Mi patio en Mérida |
Otoño... no sé a vosotr@s pero a mí es la estación que menos me gusta; me pone melancólica y un poco baja, y ese estado en mí no me gusta nada, va a ser verdad que será el síndrome postvacacional... que está tan de moda y que no sé desde cuando existe, claro que a mí me gustaría más tener el síndrome postcurrelar, aunque pensándolo mejor tal y como está el patio sería muchísimo peor, ya que no es cosa de bromear ahora que un trabajo es algo tan valioso.
Así que añorando el patio de la casa de mi madre que os muestro en la primera foto; vamos a salir al patio y vamos a disfrutar de lo que queda de buen tiempo...¿ me acompañáis?
Como estoy segura que sí, os dejo estos tan bonitos y encalados y algunas claves para decorarlos.
Lo que está claro es que hay que tratarlo como si fuera un espacio interior. Así que es imprescindible que tengáis en cuenta los muebles, accesorios, iluminación, pintura, colores y por supuesto el uso que le vayáis a dar...ahh!!! y plantas, un patio sin ellas no es patio... claro que eso también dependerá del tamaño.
Elige muebles que sean lo más resistentes posibles tanto para las bajas temperaturas como para las altas y sobre todo, con tratamiento para que el agua de la lluvia no los deteriore. Una mesa y dos sillas como mínimo y si tienes espacio una zona de para poner un sofá que puede ser de obra, mimbre, o los socorridísimos y amigos palets.
A no ser que sea un patio excesivamente pequeño optaría por un suelo de obra, sé que la madera queda muy bonita pero la dejaría para una terraza o un balcón.
El mueble |