Reconozco que me gusta el crochet, hubo un tiempo en que se asociaba únicamente a casas de abuelas y con cierto olor a naftalina. Recuerdo aquellos pañitos decorando los brazos y respaldos de sillones y yo echándolos hacia un lado porque me parecían muy añejos.
Mi abuela a la que adoraba, se tiraba horas y horas tejiendo, insistió en hacerme una colcha pero le dije que no... ahora me arrepiento.
Aquí en Sevilla hay una tienda enorme de muebles y objetos de todo tipo de segunda mano dónde puedes encontrar multitud de maravillas para nostálgicos y no tanto. Hace un mes compré una colcha preciosa que según el dueño había sido tejida por una abuela, así que no lo dudé y la compré. Me costó 25€ y el insistía en que seguro que la pobrecita, dónde quiera que estuviera, se iba a enfadar por lo poco que había pagado por su obra. Nooo!! le dije, se pondría orgullosa si viera que luce en el mejor sitio de la casa, mi cama. Así que después de pasar por un buen baño y perfumarse bien, allí luce preciosa.
En Zara Home las venden pero cuestan unos 200€, la mía es muy parecida a esta.