Como dice el juego de niños; el patio de mi casa es particular... y además nada más cierto.
Me crié en una casa vieja, habitada por cuatro generaciones, la cual visita una quinta y ya pronto llegará la sexta;así que si os digo que es del siglo XIX imagino que no os sorprendo. Ángela cariño estoy deseando ver a tu futuro retoño corriendo por el patio y dando de comer a los bichos.
Lo más curioso de todo es que está anclada en el tiempo y se conserva prácticamente igual que entonces, los fantasmas deben de pasear a sus anchas ya que se deben de encontrar como en casa. De vez en cuando como ya he contado en más de un artículo, me pongo a buscar tesoros escondidos y siempre encuentro algo que rescatar.
Y no os miento en absoluto, mirad las damajuanas que me encontré hace poco enterradas en polvo de al menos las últimas cuatro generaciones, y que limpié con todo el cariño del mundo... no me digáis que no son preciosas.