Terrario del siglo XIX
Un terrario o terrariums (en latín) es un recipiente en el que se reproducen fielmente las condiciones ambientales necesarias para distintos seres de vida total o parcialmente terrestre. Los terrarios no tienen un tamaño determinado y pueden estar hechos de muy diversos materiales, no sólo cristal: son comunes los terrarios de madera, los de malla, plexiglas, pvc, etc. El único requisito para que un terrario sea considerado como tal es que al menos una de sus caras sea transparente para facilitar la visión del interior.
En ámbito botánico la palabra terrario suele referirse a pequeños invernaderos con los que se recrean las condiciones de un ambiente tropical, es decir humedad alta, temperatura alta y constante. Esto posibilita que se puedan cultivar plantas tropicales y subtropicales.
Fuente Wikipedia
Para los amantes de las plantas que no tengan espacio en casa para cultivarlas o tiempo para cuidarlas es una excelente opción porque no necesitan demasiados cuidados.
Para crearlos es necesario:
- Recipiente de cristal con tapa o no (peceras, bomboneras, tarros de cocina...)
- Piedras o cuentas para que hagan de drenaje.
- Musgo y carbón activado.
- Tierra para macetas.
- Plantas para terrarios. Las suculentas pueden ser una excelente opción.
El proceso es sencillo:
Echamos las piedras para que hagan de drenaje, a continuación el carbón activado ( no es necesario pero si recomendable), éste se utiliza para que favorecer el drenaje y evitar olores. Justo encima ponemos el musgo si queremos ya que éste es meramente decorativo. Ahora es el momento echar la tierra y ya podemos plantar las plantas que hayamos escogido. Para terminar pulverizamos para conservar la humedad.
Para su cuidado comprobamos cada dos semanas el grado de humedad tocando la tierra, si está demasiado humedad la dejamos secar, en caso contrario, pues pulverizar. Si tenemos uno cerrado es necesario airear una vez al mes.